jueves, 10 de mayo de 2007

Esto es una despedida

Hola desde España. Son las tres de la mañana pero el jet lag me mantiene despierta. Así que procedo a despedir el blog. Se acabó lo que se daba. Estamos ya de vuelta, cansadas, pero entusiasmadas y satisfechas con la escapada. Nos hemos reencontrado ya con el horario europeo, el trabajo, nuestras camas, los guisos caseros, las eñes y las tildes... Que nadie piense que echábamos mucho de menos ninguna de estas cosas. A vosotros sí.

Entre los rascacielos, las ratas y las luces de Times Square se han hecho un hueco en nuestros recuerdos la gente que hemos conocido estos días, gente de todos los pelajes, casi todos, compañeros de desayuno o cerveza nocturna en el albergue: una pareja de holandeses que está recorriendo la costa Este de EEUU; un londinense de origen indio que viene a disfrutar del rollo gay de Chelsea; un chileno que empezó mirándome mal porque dije ‘coño’; madre e hija mexicanas que comparten maquillaje, litera en el albergue y tacones para pasearse por las discotecas neoyorquinas; un diseñador de muebles brasileño cuyo viaje continúa ahora por Europa y que nos llamará cuando pase por Madrid para que le hagamos de Cicerone... Cada uno con su historia y su mochila al hombro.

Hemos ido contando en este blog algunas de las muchas cosas que nos han llamado la atención en NY, pero otras se han quedado en el tintero como el encontronazo con un chino esquizofrénico que se había escapado de no sé dónde y le venían persiguiendo, o cuando los componentes de un equipo de rugby canadiense nos pidieron que por favor le firmáramos en los calzoncillos... Todo sea por el deporte.
Nos ahorraremos los detalles del viaje de vuelta, en el que vinimos sentadas entre la docena de campeones de España de lanzamiento de dardos en sus diferentes categorías: chicos, chicas, hombres, adolescentes... Venían de Las Vegas del campeonato internacional. Gente dispar y peculiar donde las haya con una sola cosa en común (además de la puntería): el afán por dar voces y llamar la atención. Ah, y el whisky. En fin... Tuve que mandarlos a dormir. Amablemente, de buen rollito, claro.

Han sido nueve días intensos en los que apenas hemos parado y aún así nos han quedado muchas cosas por ver y por hacer en NY. Que me perdonen esos que nos decían que nueve días eran demasiados, que nos íbamos a cansar de la ciudad, que con cuatro se ve todo lo que hay que ver... Con todos mis respetos: NI DE COÑA. Nueva York es una ciudad inabarcable, no se acaba nunca de conocerla del todo ni de aprovechar sus posibilidades. Vamos, que es de esos lugares que no son sólo para visitarlos una vez, cumplir y listo. Que hay que volver.

miércoles, 9 de mayo de 2007

martes, 8 de mayo de 2007

De Sally y Harry a Rockefeller


Recordais la famosa escena de 'Cuando Harry encontro a Sally'? Si, si, esa en la que estais pensando, la del restaurante. Pues justamente en ese local hemos comido hoy, y claro, hemos recordado la gloriosa actuacion de Meg Ryan. Hay fotos del 'recordatorio', pero no las colgaremos en este blog. En fin, la comida no nos provoco el efecto que a la Ryan, pero nos echamos unas risas.

De este restaurante judio decadente de mesas de formica y paredes forradas de fotos de famosos nos hemos ido a Brooklyn. El barrio de modernos, de lofts, de tiendas de muebles de disenio... Lo mas. Hemos llegado hasta allí caminando por su famoso puente.



Despedimos el dia, y de alguna manera nuestro viaje, viendo su ocaso (el de ambos) desde lo mas alto del Rockefeller Centre. A-LU-CI-NAN-TE. Como una imagen vale mas que mil palabras (yo digo que no siempre), os regalamos unas cuantas fotos de la exultante puesta de sol.

lunes, 7 de mayo de 2007

domingo, 6 de mayo de 2007

Amen, hermano!

Mam'as, hoy hemos ido a misa, como a vosotras os gusta. No era una misa cat'olica, pero algo es algo, y desde luego ha sido mucho m'as divertida que las que daba don V'ictor en el pueblo.

No faltaba de nada: dos coros de gospel, 'organo, bater'ia, una mesa de sonido de 12 canales, ac'ustica excelente y un p'ublico entregad'isimo. Vamos, que he pagado 40 euros muchas veces por directos menos currados.

La 'fiesta' ha sido en la iglesia baptista de Neboh, en Harlem, el barrio afroamericano (negro, para entendernos) que vio nacer a artistas como Billie holliday o Jessy Jackson. La mayor parte del p'ublico asistente eran mujeronas negras, altas, estiradas, serias, vestidas con trajes vistosos en blanco y rojo, y con un sombrero o un tocado sobre sus solemnes cabezas rizadas. Su llamativa planta forma parte tambi'en de la puesta en escena de la misa-show.

Dice nuestra Lonely Planet que de un tiempo a esta parte a los turistas nos ha dado por colarnos en estas misas y que a los feligreses no les hace ni punietera gracia. Pero como somos tela de pesados se han debido aplicar el cuento de que si no puedes con tu enemigo 'unete a 'el, o lo que es lo mismo, d'ejalo entrar y s'acale los cuertos. As'i que en esta iglesia han acondicionado el piso superior (el gallinero) para acoger a los mirones, quienes, a mitad de la ceremonia, son invitados a colaborar con un donativo, adem'as, a la salida se les ofrece la posibilidad de adquirir un souvenir: un CD con los grandes 'exitos de la parroquia.

Los mirones tenemos incluso nuestras 'ninieras', dos senioras blancas -las 'unicas blancas de la iglesia- de edad imprecisa, muy delgadas, secas dir'ia yo, de caras afiladas y miradas desconcertantes que nos indican en'ergicamente cuando tenemos que ponernos en pie o aplaudir. Son como las 'regidoras' de un programa de la tele, y velan por que ning'un impertinente turista levante su c'amara-ap'endice de fotos. Nosotras, que somos una irreverentes, hicimos un par de ellas desafiando la mirada inquisitoria de las regidoras del espect'aculo.

Ha sido lo mejor de una maniana en Harlem.

Que dios os bendiga! Oh, yeah!

De China Town a Latin Town


David Eduardo acaba de cumplir los 18. Es de origen hondurenio, aunque naci'o en EEUU porque su madre se vino a la tierra de las oportunidades cuando David estaba a punto de nacer. Le gusta vestir con ropa ancha y lleva un pendiente con un brillante falso en la oreja. David (Edu) quiere parecer un tipo duro, pero su cara de ninio y su cuerpo menudo se lo ponen dificil.

El chico vive con su familia en Nueva Jersey, el 'Latin Town' de Nueva York. "Aqu'i casi no hay gente con piel blanquita y todos hablan espaniol". David nos lleva por las calles de su ciudad, donde los carteles de las tiendas est'an escritos en castellano y suena reget'on y bachata a cada paso. Es un gazpacho de centroamericanos. Todos se conocen y David los saluda levantando la mano y haciendo un gesto con los dedos. Dice que no pertenece a ninguna banda y que no le gustan los pandilleros.

David ya sabe lo que la vida le pondr'a por delante: un avi'on de guerra, porque a los 16 firm'o un contrato sin vuelta atr'as con la USA Army, que le proporciona formaci'on y un sueldo a cambio de que 'el le dedique siete anios de su vida, que tendr'a que poner al servicio de los Estados Unidos si lo llaman a la guerra.

Durante su formaci'on militar deber'a pasar un anio fuera de EEUU. 'El quiere que ese destino sea Espania y ya est'a planeando su visita a la Pen'insula donde le espera Raquel, a quien conoci'o a los 13 anios chateando por Internet. Mantienen un contacto frecuente. El que nos ha llevado a nosotras hasta 'el para llevarle un paquete de Raquel.

Raquel es la hermana pequenia de Inma. Un beso fuerte, Raquel. Tu chico latino es todo un encanto, pero tienes que convencerlo de que tienes otras alternativas mejores que la guerra.

China Town, glamour de mercadillo

Ay, China Town! Qu'e lugar tan peculiar. Qu'e divertido. Qu'e agotador. Qu'e revelador... En esas calles atestadas de gente y cacharros el aire es espeso porque huele a de todo un poco.

Caminamos por Canal St. y alrededores entre una tormenta de gafas, colonias, ropas de seda, relojes, patos desplumados colgados de los escaparates de restaurantes, dragones de papel rojo, herbolarios misteriosos, voces incomprensibles, carritos de frutas... De repente, un chino vestido de negro de arriba abajo se nos acerca. Mira a un lado y a otro y nos susurra algo.
- 'Sorry?'

- 'Bags, bags... Prada, Luis Vuitton, Gucci...', nos dice el hombre


Ya nos hab'ian hablado de esta liturgia del China Town clandestino, nos dijeron que es frecuente que te aborden por la calle y que no es peligroso acompaniarles hasta sus escondites. As'i que, nos miramos las dos y asentimos con la cabeza. Nos fuimos detr'as del misterioso hombre, que le dijo algo en mandar'in a un walkie que se sac'o del bolsillo. Nos hizo entrar a una tienda sin nada especial, le seguimos hasta el fondo, el hombre apart'o unos vestidos que colgaban de un perchero y 'ABRETE S'ESAMO!'. La pared se desplaz'o y dej'o ver una angosta escalera. Subimos. Volv'iamos a vivir otro momento cien por cien peliculero. Llegamos a una habitaci'on muy pequenia, sin ventanas, repleta de bolsos y carteras, buenas falsificaciones de marcas de lujo. En la habitaci'on revoloteaba un enjambre de senioras estiradas, de esas que parecen de buena familia, de esas que por la calle lucen bolsos de marcas caras...
En aquel cuartucho se desvanec'ia el glamour de esas mujeres de cutis estirados. Pudimos comprobar que manejan la t'ecnica del rebusco, esa que otros empleamos en los mercadillos. Lujo postizo.

viernes, 4 de mayo de 2007

Deslumbradas




Casi no vemos hoy. Estamos deslumbradas por los diamantes de Tiffany. Inma se qued'o extasiada ante tanta 'baratija'. S'olo le falt'o decir eso de 'Mi tessssoro'. A m'i, la verdad, nunca me han llamado la atenci'on las joyas. Bueno, las que brillan mucho, s'i, como a las hurracas.

Nos hemos enterado de que la Pantoja ha pagado 90.000 euros por librarse del trullo. Si no hubiera metido la mano en la saca se hubiera podido comprar una de estas sortijas con ese dinerillo.

De los destellos de Tiffany nos hemos ido dando un paseo entre el glamour de Midtown al Empire State. 80 pisos en 60 segundos. O'idos taponados en el ascensor. 39 d'olares entre las dos.

IMPRESIONANTE lo que se ve desde all'a arriba. Manhattan a nuestros pies, la Gran Manzana por debajo de la l'inea de nuestros ojos. Es como si todo estuviera bajo control. Mirando el hueco que dejaron las Torres Gemelas, Inma recuerda a las personas que saltaron el 11-S desde alturas como esta y aun mayores. Y sentimos un escalofr'io, un latigazo por la espalda. La desesperaci'on puede justificar tantas barbaridades...

Adem'as, hoy hemos hecho una excursi'on a Staten Island. En principio este lugar no nos llamaba especialmente la atenci'on, pero el Ferry es gratis y era una buena ocasi'on para fotografiar el horizonte de Manhattan.

jueves, 3 de mayo de 2007

Tarde o temprano tendria que pasar...


Nos hab'ian advertido: 'Tarde o temprano os equivocar'eis y coger'eis un metro expr'es en vez de uno local' (eso puede implicar saltarse tu parada y acabar cinco estaciones m'as all'a). As'i ha sido. Lo malo es que ha pasado en un mal momento: a las 12 de la noche nuestro tren sigui'o de largo Manhattan arriba hasta una estaci'on en pleno Harlem, all'i esperamos durante 40 minutos a un tren que nunca lleg'o.

Ante esa situaci'on, las opciones eran tres:

a) Salir a la superficie y buscar un taxi a sabiendas de que no es muy recomendable andar a esas horas por este barrio, y menos con un mapita y pinta de turistas perdidas y acojonadas.

b) Esperar otros 40 minutos encomend'andonos a la virgen de Lourdes.

c) Subirnos a la desesperada al primer tren que pasara.

Para entretener la espera y ayudarnos a tomar una decisi'on se pasearon por delante de nuestras narices TRES RATAS COMO TRES LEONES!! Como comprender'eis, optamos por la opci'on c, salir pitando en el primer metro que lleg'o. Y bueno, como en el fondo, somos unas t'ias con suerte, estamos aqu'i, enteritas.

Mam'as, no os asust'eis que no fue para tanto. La pr'oxima vez nos fijaremos mejor antes de subir al tren.

En el Chueca neoyorquino

Por las calles de Madrid he gritado unas cuantas veces contra la guerra de Irak. Hoy he vuelto a decir 'No a la guerra'. Esta vez desde EEUU. Desde la Union Square, un lugar de pasado hippie y presente consumista con larga tradici'on en reivindicaciones. Pues eso, que nos hemos colocado una pegatina en el pecho y hemos gritado a los cuatro vientos 'Stop the war now!' Muy t'ipico de una 'rogelia' como yo, dir'a alguno por la redacci'on de Pradillo.

Lo mejor del d'ia de hoy ha sido sin duda el paseo por Greenwich Village, el barrio de artistas y buc'olicos que ya da tufillo a burgues'ia modernita gafapasta. Es un lugar delicioso de calles tranquilas no perpendiculares, casas bajas con escaleritas, caf'es acogedores, vecinos paseando al perro... No me importar'ia vivir una temporada por aqu'i.

Greenwich Village es tambi'en el Chueca neoyorquino. Nos hemos paseado por el parquecito de St. Christopher (con sus estatuas dedicadas a los homosexuales) dadas de la mano. Tranquilo, Carlos, era puro teatro para mimetizarnos con el entorno, Inma te prefiere a ti.

En Washington Park hemos descansado un rato al sol, escuchando el jazz de unos m'usicos callejeros. Y hemos conocido a Pasqual, un fot'ografo franc'es de padre espaniol que lleva viviendo 12 anios en NY y que colabora con La Vanguardia. Pasqual es guapo, simp'atico, culto... Seguro que es gay!

miércoles, 2 de mayo de 2007

La gran caminata




Hay ratos en los que nos sentimos como paseando por una pel'icula. A veces, incluso, buscamos entre las caras que nos cruzamos la de Robert de Niro, la de Julia Roberts, la de Al Pacino... La de hoy ha sido una de esas pel'iculas en las que nos quieren contar demasiadas cosas.

El d'ia ha empezado pronto. Con eso del jet lag est'abamos en pie a las 6.30 de la maniana. Un buen desayuno y a andar se ha dicho. Nunca pensamos que ser'iamos capaces de caminar tanto: 14 horas. Empezamos por la Zona Cero, es tal y como nos la imagin'abamos, y casi seis anios despu'es sigue poniendo los pelos de punta el gran agujero muerto que dejaron las Torres Gemelas, y que ahora es un hervidero de obreros y m'aquinas. En la valla que rodea la zona la gente sigue depositando flores, notas, fotos, camisetas... El 11-S sigue muy presente, quiz'a tambi'en porque se sabe que el turista demanda un poquito de recuerdo lacrim'ogeno (esto es un pensamiento malvado que no deber'iais tenernos en cuenta).

Se nos han pasado las penas entrando en un sitio llamado 21 century, unos grandes almacenes donde venden ropa de marca a muy buen precio. Estaba llenito de catalanes! En serio! Nosotras tambi'en hemos picado, claro. Inma casi se vuelve loca. Menudo calent'on le ha dado a su Visa!

Y como la cosa iba de pasta, desde all'i nos hemos dirigido, bolsas en mano, hacia el distrito financiero, Wall Street y alrededores.

Nos hemos tomado un descanso en un lugar tranquilito, un cementerio. S'i, s'i, tan agusto que nos hemos comido una manzana entre las tumbas del siglo XIX del cementerio de Trinity Church. La verdad es que era un sitio precioso y hac'ia un solito estupendo, se estaba como en el para'iso, vamos.

Hemos comido al m'as puro estilo neoyorquino: compramos comida para llevar y nos la zampamos en un banco del Battery Park, entre palomas y ardillas, con la estatua de la Libertad al fondo (muy al fondo porque est'a lejos).

A esas alturas del d'ia parec'ia que con lo visto la jornada estaba servida, pero nada de eso. Nos hemos plantado tambi'en en el City Hall, en el Puente de Brookling, en China Town, en el Empire State, en el Edificio Chrisler...

Estamos destrozadas. Soy capaz de pagar en este momento una cantidad de tres cifras (en d'olares) por un masaje en los pies. Pero bueno, me conformar'e con coger (tomar, que coger es feo, como dir'ian algunos) la cama. No creo que maniana amanezcamos tan temprano como hoy, y hemos prometido solemnemente tom'arnoslo con m'as calma, pero re'irnos tanto como hoy.

martes, 1 de mayo de 2007

Aterrizando...

Lo primero que ha hecho Nueva York cuando nos ha visto aparecer ha sido intimidarnos. Inmediatamente despu'es, seducirnos. A'un no hemos visto mucho de esta ciudad, pero ya la sentimos arrogante, turbadora, inquietante, arrolladora...

Nos ha enganchado la fauna del metro, ese mundo de pieles de colores, idiomas y acentos varios, gente sin complejos con variopintas vestimentas, que habla sola o menea la cabeza escuchando m'usica. Cada uno a su rollo.

Hemos comprobado en carne propia que es cierto eso que dicen que el neoyorquino no se lo piensa a la hora de echar un cable al turista despistado. Sin pedir ayuda a nadie, de repente escuchamos un "Can I help you?" (las caras de 'd'onde estamos' nos delataban). Y como la vida tiene esas casualidades, resulta que el neoyorquino (de origen dominicano) hab'ia estado este verano en Badajoz y se empeniaba en que conoci'eramos a su amiga Maribel, cuyo marido trabaja en telef'onica.

Todo esto ha sido camino del hostel, donde nos esperaba una habitaci'on con doce literas apiniadas en tres metros cuadrados. No hab'ia nadie en el dormitorio y las pistas sobre nuestras companieras de habitai'on eran confusas: zapatillas deportivas del n'umero 47, chupas de cuero tipo Torrente, pantalones gigantes... Vamos, que de companieras, nada, eran todos maromos. Diez maromos... y nosotras dos! Justo en el momento en el que sal'iamos corriendo aturdidas hacia la recepci'on para que nos devolvieran a nuestro mundo femenino, entr'o Seba, un italiano con una historia muy particular. Perdi'o su vuelo, uno nuevo le cuesta m'as de mil d'olares, que no tiene, as'i que est'a currando en el propio hostel hasta reunir la pasta para volver a Roma. Cosas que pasan!

Despu'es de hablar un rato con Seba, cogimos nuestros b'artulos y nos mudamos a una habitaci'on de f'eminas.

A nosotros, ninias de pueblo, nos ha llamado la atenci'on siempre las miles de lucecitas de colores que salpican la noche de las ciudades. Nos hemos quedado hipnotizadas en Broadway. Menuda org'ia de neones!

Hemos paseado por Broadway toda la tarde, convenciendo a nuestro cuerpo de que no eran las 12 de la noche sino las 6 de la tarde. Se ha hecho de noche ya por fin. Por hoy ya est'a bien. La cama nos espera. Y m'as Nueva York para ma;ana.

Besos a todos
(perd'on por la falta de tildes y enies)

jueves, 19 de abril de 2007

¿Quién quiere un regalo de NY?

Queridos lectores, no sois muchos, pero sois tan fieles, tan salaos, tan guapos todos, que os queremos hacer un regalito, obsequiaros con un recuerdo del viaje.

Habíamos pensado traeros algún detalle de Tiffany, pero le he oído decir a Boris Izaguirre que las joyas están pasadas de moda, así que hemos optado por algo más atemporal y muchos más sentimental que un diamante: lindas postales enviadas desde Nueva York. Sí, sí, con su auténtico matasellos neoyorquino y todo. ¿Cuánto tiempo hace que no recibes una postalita? ¡En breve tendrás una en tu buzón!


Eso sí, todo el que quiera el cartoncito, tiene que recordarnos dónde vive. Enviarnos vuestras direcciones postales a berlangamanhattan@gmail.com. Animaos que habrá para todos. ¡Estamos que lo tiramos, oiga!

sábado, 14 de abril de 2007

¿A dónde vas? A contarlo

Dice mi hermano Carlos que este blog es un acto de egocentrismo. No me he parado a pensarlo. Me lo dice medio en broma medio en serio. Quizá lleve algo de razón, pero es que las cosas buenas e intensas hay que contarlas. Estoy segura de que es una necesidad universal. Como cuando Luis Miguel Dominguín se encamó por primera vez con Ava Gardner, el animal más bello del mundo. Según cuenta el torero, se levantó de repente y empezó a vestirse.


- ‘¿A dónde vas?’, le pregunta ella
- ¿A dónde voy a ir? ¡A contarlo!

Hombre, en estos delicados menesteres de alcoba yo creo que es imprescindible un mínimo de discreción, pero me vale el símil. Nos vamos a Nueva York. ¡Tenemos que contarlo, Charles!


jueves, 12 de abril de 2007

30 días para los 30

Un buen día se me ocurrió y me entusiasmó la idea: Quería cumplir los 30 años en Nueva York. Quizá haberme visto cuatro temporadas de ‘Sex and the city’ compulsivamente tenga algo que ver con este capricho.

Casi siempre mi cumple ha coincidido con la romería de San Isidro del pueblo, con los exámenes del instituto, con Eurovisión... ¡Quiero entrar en la treintena con un rollo más sofisticado!

Hoy es 12 de abril. Falta justo un mes para mi cumpleaños y tengo un billete para Nueva York. Ay, pero no me pillará el día en cuestión al otro lado del charco, porque estaré de vuelta el día 9. ¡Casi!

Inma, déjame pedirte que al menos me cantes el happy birthday en la Quinta Avenida. No hace falta que se parezca al que Marilyn le cantó a su Mr. President, seguro que a ti te sale con otro estilillo igual de sugerente.

El día que cumplí 29 me llamó mi amiga Concha desde Sevilla para felicitarme: “Llere, –me dijo- sabes que ya no vas a cumplir veintitantos nunca más, no?”. Ante aquella verdad disparada a bocajarro, me dio la risa nerviosa y a continuación un bajón instantáneo, como el Cola Cao.

Pues fíjate, ahora que vislumbro los 30 lo llevo estupendamente. Oye, que no me pesan para nada las tres décadas. Será que lo miro desde el otro lado y entiendo que es genial haber llegado hasta aquí. Cuántos no los llegan a cumplir. Además, son 30 tacos viviendo como he querido (más o menos), cumpliendo sueños, haciendo cosas que ni siquiera había alcanzado a figurarme, luchando y recogiendo. He reído infinitamente más de lo que he llorado, he conocido a gente excepcional por el camino y lo mejor es que a la mayoría la conservo más o menos cerca.

Además, de vez en cuando sigo llegando a casa a las seis de la mañana (no veas las ojeras que tengo hoy). Y sigo haciendo alguna locura, como a los 18.

martes, 10 de abril de 2007

Todos hemos estado ya en Nueva York

Un año antes de pisar tierra cubana me inventé una Habana en mi cabeza. Fue la primera semana de julio de 2004, en Panamá. Una carambola de vuelos perdidos, escalas y falta de algún visado de repente me obligaba a volver a Madrid vía Cuba, donde debía hacer una escala de ocho horas. Tiempo suficiente para dar una vuelta por La Habana.

En las horas previas al viaje, me imaginé al detalle esos minutos y los rincones que me permitirían visitar. Confeccioné en mi cabeza una Habana brillante y enérgica, levanté mi Habana Vieja, tracé mi propio Malecón, concebí a cubanos y cubanas a mi antojo... Fueron ocho horas recorriendo La Habana en un side-car... en mi cabeza, sólo en mi imaginación porque al final el viaje se frustró, la escala fue en Caracas. Vamos, que volví a Madrid sin pisar Cuba.

Un año después aterricé en la isla con unas amigas y encontré una ciudad distinta a la que me había figurado. No me decepcionó en absoluto no encontrar “mi Habana” porque la de verdad era tan vibrante y tan sabrosa como la que yo me inventé un año antes. Así que tengo dos habanas en mi disparatada cabecita.

Ahora, antes de emprender viaje, ya tengo también una Nueva York en mi cabeza. Supongo que casi todos tenemos una, con su Estatua de la Libertad, su Empire State, su Zona Cero (bueno, en la mía siguen las Torres Gemelas), su 5ª Avenida, sus taxis amarillos, sus neoyorquinos comiendo sándwiches en un banco de Central Park o un hot dog a toda prisa por la calle...

Y aunque yo sea la demiurga de “mi Nueva York”, en el apuntalamiento de esa gran ciudad que habita en mi cabeza han colaborado algunos otros, así que por su impagable contribución quiero (atención, momento recogida de Goya) dar las gracias a Woody Allen. Gracias a Sarah Jessica Parker y su ‘Sexo en Nueva York’. Gracias a Paul Auster (ése sí que sabe cómo se toca fondo, verdad Rafiña?). Gracias a Audrey y a su ‘Desayuno con diamantes’. Y gracias a Truman Capote, claro. Gracias a Billie Holiday. Gracias a King Kong. Gracias a ‘Taxi Driver’, bueno, a Scorsese, en general. Gracias a ‘La Tentación vive arriba’, a los Corleone... A mi amigo Tejero, el hombre de hielo al que sólo he oído hablar con pasión de la capital del mundo, a Lorca, que fue Poeta en NY y a ‘cienes’ y ‘cienes’ de series, pelis, libros y personas humanas que alimentaron a mi criatura.

MJ
(el reloj del blog debe marcar la hora de Helsinki por lo menos. Latorre, en el eje Bretón-Ponzano son las 10.30 am en punto)

miércoles, 4 de abril de 2007

NBA


Joder. La NBA termina a mediados de abril y los Knicks no pasan a los playoffs. ¡Qué mala suerte!

No. No nos ha poseído el alma calva de Andrés Montes, es que con esta noticia que me da mi amigo Herguedas a la hora del café-Aquarius se nos frustra uno de nuestros grandes planes en Nueva York: asistir a un partido de la NBA en el Madison Square Garden.

Dicen los que han vivido uno de estos encuentros que es un espectáculo espectacular (valga la redundancia), que no importa si te gusta o no el BA-LON-CES-TO (como diría Pepu), porque de cualquier manera se te ponen los pelos como escarpias viéndote en mitad de ese circo de gigantes.

Pues eso, que nos vamos a quedar sin partidazo, aunque visto de otra manera, mira, ya tenemos una razón para volver a Nueva York. (Coño, aún no hemos pisado la ciudad y ya estamos buscando razones para regresar).

Estamos pensando en un premio de consolación: un partido de béisbol en el estadio de los Yankees, ahí mismito, en El Bronx.

martes, 3 de abril de 2007

La importancia de los preliminares

Hemos advertido en los últimos días que muchos de vosotros, después de visitar este blog, nos hacéis con un pie ya en yankilandia. Así que nos vemos en la obligación de aclarar que aún falta casi un mes para nuestra partida. Salimos el 30 de abril.

A algunos os parecerá que hemos estrenado este blog muy pronto, pero estamos seguras de que todos conocéis la importancia de los preliminares en cualquier faceta de la vida. Hay menesteres para los que merece la pena tomarse su tiempo, recrearse y disfrutar el ‘antes’ tanto como el ‘durante’. En los viajes, como en tantos otros asuntos, los preliminares son jugosos, divertidos y fundamentales para que llegado el momento de irse todo sea genial. ¿Estáis de acuerdo?

lunes, 2 de abril de 2007

Tener y no tener


TENEMOS un vuelo (sin escalas) con Delta, una reserva en un albergue de Manhattan, dos guías, un mapa y muchas ganas de darle un mordisco a la Gran Manzana.


NO TENEMOS mucho dinero, ni taxi esperando en el aeropuerto, ni minibar en la habitación, ni seguro de viaje... pero tenemos muchas ganas de darle un mordisco a la Gran Manzana.

sábado, 31 de marzo de 2007

El proceso de elección


Tailandia. Jamaica. Nueva York. Tres posibles destinos deambulaban por nuestras cabezas. Nada que ver entre sí. El azar, las ganas y las ofertas van inclinando la balanza: un día hacia un lado y al siguiente hacia el otro, como un péndulo. Y de repente, en un minuto agraciado: LO SABES. No hay que seguir pensando. Ya está. Es el minuto en el que tu destino (viajero) se deja atrapar. Aunque en realidad sabes que ése no es el Minuto Decisivo (con mayúsculas). Tampoco lo es el momento en el que pulsas con el ratón sobre la tecla que dice 'comprar billete'. El minuto decisivo, el momento en el que sabes que ya no hay vuelta atrás, que es que te vas de verdad porque lo estás deseando es aquel en el que pagas la Lonely Planet. La tienes. Te vas.

viernes, 30 de marzo de 2007

De la Campiña Sur a NYC

Dice Inma, entusiamada, que le cuesta imaginarnos en la Gran Manzana. "Emejota, vamos a ser dos extremeñas perdidas en Nueva York", me suelta mirándome con los ojos como platos. Pues sí, pero hemos llegado a la conclusión de que quien no va no se pierde, y sólo quien se pierde puede encontrarse, y en eso consiste la vida, en encontrarse. Esto viene a ser filosofía 'low cost', pero a nosotras nos vale para justificar nuestro salto de Berlanga a Manhattan. De la plazoleta del Pilar a Times Square. De la torre de la iglesia (monumento artístico regional) al Empire State. De las Malvinas al Central Park. De la calle Pozoviejo a El Bronx...

jueves, 29 de marzo de 2007

La llamada del Nuevo Mundo

No hemos podido hacer otra cosa más que dejarnos arrastrar. Como tantos otros extremeños (Pizarro, Hernán Cortés, Orellana, Núñez de Balboa...), hemos sentido la llamada de América, y qué puedes hacer frente a esa fuerza mayúscula? Sólo dejarte llevar. Así que el último día de abril del corriente nos haremos a la mar para descubrir mundo y que el mundo nos descubra también a nosotras.