miércoles, 3 de marzo de 2010

jueves, 10 de mayo de 2007

Esto es una despedida

Hola desde España. Son las tres de la mañana pero el jet lag me mantiene despierta. Así que procedo a despedir el blog. Se acabó lo que se daba. Estamos ya de vuelta, cansadas, pero entusiasmadas y satisfechas con la escapada. Nos hemos reencontrado ya con el horario europeo, el trabajo, nuestras camas, los guisos caseros, las eñes y las tildes... Que nadie piense que echábamos mucho de menos ninguna de estas cosas. A vosotros sí.

Entre los rascacielos, las ratas y las luces de Times Square se han hecho un hueco en nuestros recuerdos la gente que hemos conocido estos días, gente de todos los pelajes, casi todos, compañeros de desayuno o cerveza nocturna en el albergue: una pareja de holandeses que está recorriendo la costa Este de EEUU; un londinense de origen indio que viene a disfrutar del rollo gay de Chelsea; un chileno que empezó mirándome mal porque dije ‘coño’; madre e hija mexicanas que comparten maquillaje, litera en el albergue y tacones para pasearse por las discotecas neoyorquinas; un diseñador de muebles brasileño cuyo viaje continúa ahora por Europa y que nos llamará cuando pase por Madrid para que le hagamos de Cicerone... Cada uno con su historia y su mochila al hombro.

Hemos ido contando en este blog algunas de las muchas cosas que nos han llamado la atención en NY, pero otras se han quedado en el tintero como el encontronazo con un chino esquizofrénico que se había escapado de no sé dónde y le venían persiguiendo, o cuando los componentes de un equipo de rugby canadiense nos pidieron que por favor le firmáramos en los calzoncillos... Todo sea por el deporte.
Nos ahorraremos los detalles del viaje de vuelta, en el que vinimos sentadas entre la docena de campeones de España de lanzamiento de dardos en sus diferentes categorías: chicos, chicas, hombres, adolescentes... Venían de Las Vegas del campeonato internacional. Gente dispar y peculiar donde las haya con una sola cosa en común (además de la puntería): el afán por dar voces y llamar la atención. Ah, y el whisky. En fin... Tuve que mandarlos a dormir. Amablemente, de buen rollito, claro.

Han sido nueve días intensos en los que apenas hemos parado y aún así nos han quedado muchas cosas por ver y por hacer en NY. Que me perdonen esos que nos decían que nueve días eran demasiados, que nos íbamos a cansar de la ciudad, que con cuatro se ve todo lo que hay que ver... Con todos mis respetos: NI DE COÑA. Nueva York es una ciudad inabarcable, no se acaba nunca de conocerla del todo ni de aprovechar sus posibilidades. Vamos, que es de esos lugares que no son sólo para visitarlos una vez, cumplir y listo. Que hay que volver.

miércoles, 9 de mayo de 2007

martes, 8 de mayo de 2007

De Sally y Harry a Rockefeller


Recordais la famosa escena de 'Cuando Harry encontro a Sally'? Si, si, esa en la que estais pensando, la del restaurante. Pues justamente en ese local hemos comido hoy, y claro, hemos recordado la gloriosa actuacion de Meg Ryan. Hay fotos del 'recordatorio', pero no las colgaremos en este blog. En fin, la comida no nos provoco el efecto que a la Ryan, pero nos echamos unas risas.

De este restaurante judio decadente de mesas de formica y paredes forradas de fotos de famosos nos hemos ido a Brooklyn. El barrio de modernos, de lofts, de tiendas de muebles de disenio... Lo mas. Hemos llegado hasta allí caminando por su famoso puente.



Despedimos el dia, y de alguna manera nuestro viaje, viendo su ocaso (el de ambos) desde lo mas alto del Rockefeller Centre. A-LU-CI-NAN-TE. Como una imagen vale mas que mil palabras (yo digo que no siempre), os regalamos unas cuantas fotos de la exultante puesta de sol.

lunes, 7 de mayo de 2007

domingo, 6 de mayo de 2007

Amen, hermano!

Mam'as, hoy hemos ido a misa, como a vosotras os gusta. No era una misa cat'olica, pero algo es algo, y desde luego ha sido mucho m'as divertida que las que daba don V'ictor en el pueblo.

No faltaba de nada: dos coros de gospel, 'organo, bater'ia, una mesa de sonido de 12 canales, ac'ustica excelente y un p'ublico entregad'isimo. Vamos, que he pagado 40 euros muchas veces por directos menos currados.

La 'fiesta' ha sido en la iglesia baptista de Neboh, en Harlem, el barrio afroamericano (negro, para entendernos) que vio nacer a artistas como Billie holliday o Jessy Jackson. La mayor parte del p'ublico asistente eran mujeronas negras, altas, estiradas, serias, vestidas con trajes vistosos en blanco y rojo, y con un sombrero o un tocado sobre sus solemnes cabezas rizadas. Su llamativa planta forma parte tambi'en de la puesta en escena de la misa-show.

Dice nuestra Lonely Planet que de un tiempo a esta parte a los turistas nos ha dado por colarnos en estas misas y que a los feligreses no les hace ni punietera gracia. Pero como somos tela de pesados se han debido aplicar el cuento de que si no puedes con tu enemigo 'unete a 'el, o lo que es lo mismo, d'ejalo entrar y s'acale los cuertos. As'i que en esta iglesia han acondicionado el piso superior (el gallinero) para acoger a los mirones, quienes, a mitad de la ceremonia, son invitados a colaborar con un donativo, adem'as, a la salida se les ofrece la posibilidad de adquirir un souvenir: un CD con los grandes 'exitos de la parroquia.

Los mirones tenemos incluso nuestras 'ninieras', dos senioras blancas -las 'unicas blancas de la iglesia- de edad imprecisa, muy delgadas, secas dir'ia yo, de caras afiladas y miradas desconcertantes que nos indican en'ergicamente cuando tenemos que ponernos en pie o aplaudir. Son como las 'regidoras' de un programa de la tele, y velan por que ning'un impertinente turista levante su c'amara-ap'endice de fotos. Nosotras, que somos una irreverentes, hicimos un par de ellas desafiando la mirada inquisitoria de las regidoras del espect'aculo.

Ha sido lo mejor de una maniana en Harlem.

Que dios os bendiga! Oh, yeah!

De China Town a Latin Town


David Eduardo acaba de cumplir los 18. Es de origen hondurenio, aunque naci'o en EEUU porque su madre se vino a la tierra de las oportunidades cuando David estaba a punto de nacer. Le gusta vestir con ropa ancha y lleva un pendiente con un brillante falso en la oreja. David (Edu) quiere parecer un tipo duro, pero su cara de ninio y su cuerpo menudo se lo ponen dificil.

El chico vive con su familia en Nueva Jersey, el 'Latin Town' de Nueva York. "Aqu'i casi no hay gente con piel blanquita y todos hablan espaniol". David nos lleva por las calles de su ciudad, donde los carteles de las tiendas est'an escritos en castellano y suena reget'on y bachata a cada paso. Es un gazpacho de centroamericanos. Todos se conocen y David los saluda levantando la mano y haciendo un gesto con los dedos. Dice que no pertenece a ninguna banda y que no le gustan los pandilleros.

David ya sabe lo que la vida le pondr'a por delante: un avi'on de guerra, porque a los 16 firm'o un contrato sin vuelta atr'as con la USA Army, que le proporciona formaci'on y un sueldo a cambio de que 'el le dedique siete anios de su vida, que tendr'a que poner al servicio de los Estados Unidos si lo llaman a la guerra.

Durante su formaci'on militar deber'a pasar un anio fuera de EEUU. 'El quiere que ese destino sea Espania y ya est'a planeando su visita a la Pen'insula donde le espera Raquel, a quien conoci'o a los 13 anios chateando por Internet. Mantienen un contacto frecuente. El que nos ha llevado a nosotras hasta 'el para llevarle un paquete de Raquel.

Raquel es la hermana pequenia de Inma. Un beso fuerte, Raquel. Tu chico latino es todo un encanto, pero tienes que convencerlo de que tienes otras alternativas mejores que la guerra.